
BEATO B. DE HOYOS

Beato Bernardo de Hoyos
Vida de Bernardo
P. Ernesto Postigo, SJ
Vicepostulador de la Causa de Canonización
El origen de esta Basílica hay que buscarlo en Bernardo de Hoyos, jesuita, natural de Torrelobatón (Valladolid), muerto a los 24 años (1711-1735). Pero, ¿quién fue Bernardo de Hoyos? Sin duda alguna, un “elegido”. Como elige lugares, Dios escoge también personas. Y se fija de ordinario en lo débil, lo pequeño, lo que no cuenta a los ojos del mundo…
Villagarcía de Campos
Bernardo ingresa a los 15 años en el Noviciado de Villagarcía. Pronto comienza a sentir como el Señor le lleva por un camino extraordinario de oración. Primero con grandes consolaciones y más tarde sufriendo abandonos más o menos prolongados del Señor para una gran tarea: La de ser el primer apóstol de su Corazón en España.
“Al llegar a la oración -escribe en una Navidad, al comienzo de su noviciado- saltaba mi corazón en júbilos de alegría y fomentaba la llama de su amor el abrasador de corazones, de suerte que yo le decía: Niño mío…,no tanto que me quemo y abraso… Y al mismo tiempo le decía: Alma de mi vida, vida de mi alma… hiere, consume, abrasa, enciende este mi corazón”.
Pero este cielo azul pronto se tornará grisáceo y oscuro. Dios le prueba con abandonos sensibles que purifican su corazón: “Desde el Miércoles de Ceniza hasta el Viernes Santo padecí vehementísimas tentaciones de rabia, furia, desesperación contra la Fe, contra las santas imágenes, blasfemias, y una tentación de impureza que fue la que más me afligió”. El cielo se le ha hecho de bronce; llama a Dios, pero Dios responde con el silencio; hasta que de nuevo vuelve la luz y el gozo. Bernardo cae en la cuenta de que es el Señor quien entra y sale en el alma como verdadero Dueño y Señor que es de ella, y lo hace cuando y como le place. Por eso se abandona cada vez más a su acción misteriosa.

La duda de Tomás
(Detalle Retablo del Sagrado Corazón)
Medina del Campo
Fue más tarde, estudiando la filosofía en Medina del Campo, donde experimento Bernardo la noche oscura del espíritu y la gracia maravillosa del desposorio espiritual, que tan hermosamente describe Santa Teresa en las Moradas. Después de una purificación inmensamente más dolorosa que la que sufrió en el noviciado y que duró casi medio año, Bernardo estaba preparado para recibir la “gran gracia”. Esta tuvo lugar el día de la Asunción de la Virgen a los cielos, el 15 de Agosto de 1730. Así lo expresa en sus apuntes íntimos, poniendo en boca de Jesús estas palabras: “Ya eres mío y yo soy tuyo. Ahora puedes decir y firmarte Bernardo de Jesús… Tú eres Bernardo de Jesús y Yo soy Jesús de Bernardo. Mi honra es tuya y la tuya mía. Todo lo mío es tuyo”.
